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#Ictus

Más camas y mejores servicios en la nueva unidad de ictus del Hospital Miguel Servet de Zaragoza

El Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza estrenó este viernes 20 de enero una nueva unidad de ictus con más comodidades para el paciente y apostando por una nueva forma de trabajo enfocada a la atención más personalizada. La Unidad se amplía de 5 a 10 camas y aporta espacios con luz natural para todos los enfermos, más confort, actualización de las instalaciones, luces ajustables en tonos que ayudan a mejorar el sueño, disminución del ruido ambiental… “Y el paso de la actual unidad a una más grande es también una oportunidad para cambiar las formas de trabajar y organizar los circuitos asistenciales pensando en el paciente”, destaca Javier Marta, jefe de sección del área de Neurovascular del servicio de Neurología del HUMS.

Para el Dr. Marta, “el gran cambio es mejorar la atención en lo que ahora se llama experiencia del paciente y humanización de los cuidados”. En este sentido, se hace hincapié por ejemplo en medidas para aumentar el confort, la intimidad y el cuidado del sueño. “Y otra faceta de esta humanización de cuidados consiste en hacer al paciente partícipe de su proceso, que conozca bien lo que le ha ocurrido y qué puede hacer él para intentar evitar que tenga una mala evolución”, incide el doctor. El neurólogo destaca que este proceso de “alfabetización en salud” supone una apuesta por la corresponsabilidad del enfermo en el proceso asistencial.

La Unidad de Ictus se creó en 2007 y en los últimos años ha atendido entre 580 y 600 pacientes por año. Mañana viernes se trasladará de la planta 7 a la planta 4 a un espacio total de 250 m2. El resto de la especialidad de Neurología ocupará también toda la planta 4. Los movimientos de la Unidad se realizan en dos fases.

El funcionamiento de la Unidad no solo se enfoca hacia la vertiente asistencial, sino que está integrada también la docencia y la investigación. En este sentido, el equipo pertenece a la Red de Investigación de Excelencia del Instituto Carlos III (RICORS). El grupo clínico asociado a la Red del Servet se va a centrar en estudiar el deterioro cognitivo post ictus. Hasta ahora la atención sanitaria se ha centrado más en las consecuencias motoras que puede sufrir un paciente tras el accidente cerebro vascular (pérdida de movimiento, dificultades para caminar, pérdida del habla…). “Pero hay otras secuelas más sutiles, pero no menos importantes, como es la depresión post ictus, la falta de motivación y el deterioro cognitivo”, concluye.

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