Bicis para la Vida by ŠKODA regresa al valle del Tessaout
El proyecto Bicis para la Vida by ŠKODA, impulsado por la Fundación Alberto Contador, regresó la pasada semana del Alto Atlas marroquí tras desarrollar una nueva entrega de bicicletas en el valle del Tessaout, la primera con el apoyo fundamental de la firma automovilística checa tras su reciente desembarco en esta iniciativa. Una campaña de entrega marcada por las adversas condiciones climatológicas, con varias rutas cortadas al tráfico por la nieve, el agua y algunos desprendimientos, que endurecieron las circunstancias del viaje y el reparto en un área de accesos complejos e infraestructuras deficientes.
En esta ocasión ha sido la aldea de Tagulast el destino de veinticinco de las bicicletas donadas a la Fundación Alberto Contador. Paralelamente, gracias a la generosidad de dos contribuciones anónimas en los prolegómenos de los preparativos, entre los niños de la aldea se repartieron medio centenar de balones y de pares de zapatillas, obsequios que redondearon el ambiente festivo con el que fue recibido el convoy de Bicis para la Vida by ŠKODA. El viaje también ha permitido reencontrarse con algunos de los destinatarios de anteriores entregas, capaces de negociar estos últimos días las carestías de alimentos surgidas de una huelga de transportistas de la comarca gracias a sus pedaladas.
«Los rostros de alegría de todos esos niños, la felicidad que se respira en el ambiente… Es algo indescriptible. Como siempre decimos, este proyecto es una plasmación del compromiso de la Fundación con la sociedad, especialmente con los colectivos más desfavorecidos. Para nosotros este proyecto es algo maravilloso. Al final, la Fundación tiene un compromiso con la sociedad, sobre todo con los colectivos más desfavorecidos, y creemos firmemente que podemos ayudar a muchas personas tanto en España como en otros países dándoles, por un lado, un medio de transporte que además es ecológico y saludable y, por otro, una herramienta que también puede estimular su economía. Es un proyecto muy global, con muchos ámbitos de ayuda, con muchas implicaciones», señala Paco Romero, responsable del proyecto.
Hafid El Rhadiouini, interlocutor de la Fundación Alberto Contador en suelo marroquí, aporta por su lado: «Estamos muy agradecidos a todas esas personas que han pensado con tanto cariño en ayudar a la gente a través de este proyecto. Y por supuesto a sus impulsores, por hacerlo posible. La gente en el valle está muy contenta y sin lugar a dudas puede decirse que la vida de muchos niños y también mayores es mucho mejor. Las condiciones en estas montañas son duras. Gracias a las bicicletas las distancias se acortan, se gana tiempo. Y en un entorno donde no hay tecnología, las bicis son la concreción de un sueño de modernidad. Además del uso como medio de transporte para ir al colegio, también ha estimulado la práctica deportiva desde un prisma muy lúdico. Los niños incluso han organizado sus pequeñas competiciones».
Todas las personas interesadas en donar material pueden encontrar toda la información en la nueva página web del proyecto Bicis para la Vida by ŠKODA, donde además se puede hacer un seguimiento de la bici donada, si ha sido entregada o no y, en caso afirmativo, dónde se encuentra. Ángel López, responsable de logística del proyecto, indica al respecto: «Fundamentalmente son dos las maneras de hacernos llegar las bicicletas: una, a través de los centros de Seur, cuya fundación trabaja muy estrechamente con nosotros; basta con llevar la bici a uno de sus centros, indicando que es para el proyecto Bicis para la Vida y nos la remiten gratuitamente. Por otro, gracias al apoyo de ŠKODA, algunos puntos de su red de concesionarios también son centros receptores. Trabajamos con tres tipos de trazabilidad con las bicis que recibimos: las que llegan en perfecto estado, las que necesitan algún tipo de ajuste y, finalmente, las que vienen en peor estado. ¿Significa que éstas están para el desguace? En absoluto, estudiamos cómo aprovechar el material, por ejemplo para recambios».
De cara a un futuro nuevo viaje al Alto Atlas, Paco Romero esboza una interesante iniciativa: «Contemplar los rostros de todos esos niños es algo que cuesta explicar con palabras. Pensamos que puede ser muy interesante que en una próxima entrega los donantes tengan la posibilidad de vivirlo in situ. Por eso haremos un sorteo entre todas aquellas personas que nos hayan entregado una bici para este proyecto para que nos puedan acompañar».