La prevención a través de la educación y la concienciación, base fundacional en la lucha contra el ictus y sus secuelas
El ictus es la primera causa de mortalidad entre las mujeres españolas, la segunda entre su población masculina y para ambos sexos supone la primera causa de discapacidad adquirida, con todo lo que supone. Y sin embargo el ictus sigue siendo un trastorno muy desconocido para sociedad, a pesar de los avances que se han hecho a nivel de notoriedad con todas campañas que se ha puesto en marcha a la luz del Día Mundial del Ictus que se celebra cada año el 29 de octubre.
Las estadísticas señalan, y en esos números puede estar una justificación (no intencionada) a ese desconocimiento, que en torno a un 70% de los casos acaecen en personas de 70 años o más. Pero el crecimiento de casos en personas mucho más jóvenes pone aún más si cabe el foco en la necesidad de romper la barrera de la edad como factor causal determinante. Y refuerza la necesidad de hacerlo mucho más conocido a nivel social. De popularizarlo. El ictus es un trastorno que golpea con fuerza, con secuelas complejas y difíciles. Pero al mismo tiempo es muy evitable con hábitos de vida saludable y estilos de vida activos. Y sus consecuencias se pueden mitigar mucho con una rápida actuación.
Todo lo anterior refuerza la necesidad de conocerlo. Es por esto que cada vez son más habituales campañas de concienciación a nivel local, con información detallada en espacios públicos habitualmente concurridos como complejos deportivos, centros de actividades o instalaciones municipales. El ejemplo de la fotografía corresponde a la localidad madrileña de San Fernando de Henares. “Si cambiamos el sistema seremos capaces de evitar que muchísimas personas padezcan esta enfermedad”, proclamaba el doctor Jesús Porta-Etessam, Vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, durante la jornada divulgativa «Encuentro Científico, Social e Institucional sobre ictus» celebrada en el Congreso de los Disputados a finales del mes de octubre.
Una de cada seis personas tendrá un ictus a lo largo de su vida, es actualmente la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y representa la segunda causa de mortalidad global siendo la primera en el caso de las mujeres. Las Unidades de Ictus permiten reducir un 25 por ciento la mortalidad de los pacientes, pero todavía existen menos de estas unidades de las necesarias en España. Se hace muy necesario educar en salud, porque es la base de la prevención: más del 50 por ciento de las personas desconoce los síntomas de esta enfermedad y cómo actuar, y esta estadística que maneja la Sociedad Española de Neurología (SEN) tiene su trasunto en muchas de las cuestiones y consultas que se reciben en la Fundación Contador a través de sus redes sociales.