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Borja Fernández y Jesús López: las destrezas y las iniciativas de dos profesionales de Aurum Bikes al servicio de Bicis para la Vida by Škoda

El proyecto Bicis para la Vida by Škoda se cimienta en las donaciones de material realizadas por particulares e instituciones. Gracias a la Fundación SEUR las bicis son entregadas al proyecto de la Fundación Contador sin coste alguno para los donantes. En las instalaciones del proyecto, en Pinto, cada ejemplar es supervisado y puesto a punto de cara a su posterior recepción de una segunda vida de servicio, y a veces una tercera o una cuarta, a través de algún proyecto de índole socio-comunitaria o en algún colectivo en riesgo de exclusión social.

En ese proceso de ajustes mecánicos, en esa labor de taller, Bicis para la Vida ha contado y cuenta con la colaboración fundamental de instituciones como la Asociación AMP de Pinto o la Fundación El Buen Samaritano, dos entidades que con su suporte han contribuido al crecimiento del proyecto. Paralelamente, en los últimos meses se han desarrollado colaboraciones puntuales con empresas en el marco de sus proyectos de responsabilidad social corporativa. Es éste un campo con mucho margen de actuación y que permite, ante todo, el fortalecimiento de Bicis para la Vida.

En este sentido los últimos dos meses han sido muy relevantes con la intensificación de la colaboración de la firma Aurum Bikes con el proyecto a través de la creciente e intensa participación de dos de sus mecánicos y montadores, Jesús López y Borja Fernández García. Se da la circunstancia de que ambos ya habían sido voluntarios del proyecto Bicis para la Vida by Škoda en el pasado, durante una experiencia laboral anterior desarrollada en el gigante del comercio deportivo Decathlon. Durante aquella época tuvieron la oportunidad de conocerlo y cooperar.

“Como seguidor del ciclismo y de la carrera de Alberto siempre he estado al tanto de todo lo que se hacía en el seno de la Fundación, entre otras cosas Bicis para la Vida. Cuando yo trabajada como responsable de taller en la tienda Decathlon de Ortega y Gasset pensé que sería bueno poder entregar materiales que se retiraban de la venta si existía esa posibilidad. La idea gustó y fue posible firmar un convenio y ponerlo en marcha. Con el tiempo también me ofrecí a título personal para echarles una mano”, recuerda López.

“Como proyecto, Bicis para la Vida hace una labor muy bonita. Fue el propio Jesús quien me habló de Bicis para la Vida, me gustó mucho la idea y también vine con él alguna vez a poner apunto bicicletas”, añade Fernández.  El poder de la bicicleta. Que a través de algo tan sencillo puedas ayudar a personas que realmente lo necesitan, proporcionándoles un medio de transporte o una herramienta para mejorar su salud es algo que hay que subrayar. Y luego la lectura medioambiental, que pasa desapercibida: estás reutilizando un producto, estás dándole un nuevo uso. Bicis para la Vida tiene muchas posibilidades: al final la bici es un medio de transporte universal, usado por gente de todos los estratos sociales y para los más diversos y múltiples usos”.

El voluntariado de Jesús y Borja trasciende la mera puesta a punto de las bicicletas, también afecta a la racionalización de los espacios de trabajo y su ordenación, la siempre importante optimización de los recursos materiales. “Al final solo tratamos de aportar ideas desde nuestra experiencia. Sugerimos. En este sentido hemos creado tres puestos de taller independientes con todas las herramientas tanto que son como que consideramos básicas bien para los ajustes bien para las principales necesidades que se encuentran en el día a día”, explica López. “El objetivo central es que el taller sea una entidad independiente, autónoma, que cada persona que venga pueda trabajar de forma intuitiva y con todas las necesidades de herramienta o material a mano”, añade. “Y al final es otra forma que tengo de plasmar mi pasión por la bicicleta, y hacerlo de un modo útil para los demás. La bici es mi forma de vida, me encantan las bicis y, laboralmente, me dedico a ellas. Mi día a día, mi entorno, nuestro entorno, es ciclista. Y en ese contexto ayudar a Bicis para la Vida es un auténtico placer”.